sexta-feira, 10 de junho de 2011

Literatura Moderna


A finales del siglo XVI, un gran libro, Don Quijote de la Mancha, terminará con las novelas de caballería. Cervantes nos cuenta las hazañas de Don Quijote como si éste fuera un caballero de la Edad Media con los ideales de los héroes de aquella época: generosidad, fidelidad, valentía, etc. Pero el mundo ha cambiado mucho desde la Edad Media y Don Quijote se encuentra con que ya no se puede vivir como lo hacían los caballeros de antaño. Hay un gran contraste entre ese mundo que desea, pero que ya pasó, y el mundo real. Esto se refleja también en la forma de narrar. En el Quijote el diálogo casi hace que "escuchemos" la situación.


En Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, se ridiculiza las narraciones sobre héroes y caballeros.

Los dos siglos siguientes (el XVII y XVIII) son una época de grandes descubrimientos científicos y los viajes y exploraciones, que habían comenzado ya con el descubrimiento de América, se hacen cada vez más numerosos. Los viajeros describen con detalle mundos y costumbres extrañas. Esto hace que la gente se interese por la observación de lo que la rodea y sobre todo del ser humano.

Se escriben muchos diarios y memorias, en los que cada uno intenta descubrir las razones que le mueven a actuar de un modo u otro. Esto se refleja en la narrativa y se escriben novelas que relatan con detalle las reacciones de un hombre en diversas situaciones, que a menudo tienen relación con viajes aventureros. Este es el caso de Robinson Crusoe de Defoe y de los Viajes de Gulliver de Swift.

A principios del siglo XIX el interés por el hombre se ha ido transformando en un interés por sus emociones y sentimientos. Las novelas cuentan la historia de un personaje sensible y delicado, de sus deseos y de sus sufrimientos en la vida. A esta época se le llamó Romanticismo.


Ciertos escritores han narrado con el mayor realismo posible la vida de las gentes de su época, inspirándose en el mundo que les rodeaba.


Pero a mediados del siglo las preocupaciones sociales vuelven: hay conflictos y huelgas por toda Europa y eso se va a notar en las narraciones. La novela se ha hecho muy popular, sobre todo porque a veces se publica en forma de folletín en los periódicos. A este público popular le interesan historias donde se reflejen la vida real a través de personajes normales, como ellos. Se intenta describir la realidad: es el Realismo.

Y llegamos al siglo XX lleno de grandes avances tecnológicos, de importantes descubrimientos científicos y de horribles guerras. Aunque la novela sigue siendo la forma más corriente de narración, también son usuales los cuentos cortos.

Joyce, un escritor de principios del siglo XX, provocó un gran cambio en la manera de narrar. Su novela más importante, Ulises, describe un día en la vida de un hombre. Joyce trata de darnos la sensación de cómo este trozo de vida, y para lograrlo inventa palabras o, en otras ocasiones, escribe como si fueran los pensamientos del personaje y al lector le da la sensación de estar medido en su cabeza. Esta forma de ver el mundo desde dentro del personaje ha influido muchísimo en la narrativa de este siglo.

Algunos escritores, como los románticos, preferían escribir sobre otras épocas y lugares lejanos.

 

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