quarta-feira, 1 de junho de 2011

Biografía y Poemas Roberto Sosa





Roberto Sosa, nació en Yoro-Honduras el 18 de abril del 1930. Estudió Maestría en Arte en la Universidad de Cincinnati-Ohio-Estados Unidos. Ha sido también director de galerías de arte, revistas literarias, colaboró con los principales diarios y revistas de su país Honduras y otros países de Centroamérica. Se reconoce su trabajo en España, México, Colombia y Cuba. Ha sido el poeta más prestigioso de su país, además de una gran persona. Su poesía creada con imágenes plasmadas en letras, de diversos personajes visionados a lo largo de su vida, y detrás esa función critica-social que nos acerca más a los problemas, injusticias y desaires de la sociedad en la cual Sosa movió sus escritos. Sus cantos al amor no dejan lugar a dudas de sus sentimientos llenos de emociones, un sentir puro.
En 1968 gana el premio Adonáis de poesía concedido por España, y en 1971 gana el premio Casa de las Américas con su libro “Un mundo para todos dividido”, en 1990 el gobierno de Francia le otorgó el grado de Caballero en las Artes y las Letras.

Entre sus obras destacan;

1959- Caligramas (Tegucigalpa)
1968- Los pobres (Madrid)
1871- Un mundo para todos dividido (La Habana)
1981- Prosa armada
1987- Hasta el sol de hoy
1990- Obra completa
1994- Máscara suelta
1995- El llanto de las cosas

Nos deja el 23 de mayo del 2011 en Tegucigalpa-Honduras, debido a un paro cardíaco a la edad de 81 años, entrando así en los inmortales de las letras.



 

POEMAS




LOS POBRES


Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.
Seguramente
venen los
amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus
hijos.
Puedenllevar en
hombros
el féretro de una estrella.
Pueden
destruir el aire como
aves furiosas,
nublar el sol.
Pero desconociendo sus
tesoros
entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren
despacio.
Por eso
es imposible
olvidarlos.




DE NIÑO A HOMBRE


Es fácil dejar a un niño a
merced de los pájaros.
Mirarle sin asombro
los ojos
de luces indefensas.
Dejarle dando voces entre una
multitud.
No entender el idioma
claro
de su media lengua.
O decirle a alguien:
es suyo
para siempre.
Es fácil,
facilísimo.
Lo difícil
es darle
dimensión
de un hombre verdadero.




ESTA LUZ QUE SUSCRIBO


Esto que suscribo
nace de mis viajes a las inmovilidades
del pasado. De la seducción
que me causa la ondulación del fuego
igual que a los primeros hombres que lo vieron y lo
sometieron
a la mansedumbre de una lámpara. De la fuente
en donde la
muerte encontró el secreto de su eterna juventud.
De conmoverme por los
cortísimos gritos decapitados
que emiten los animales endebles a medio
morir.
Del amor consumado,
desde la misma lástima, me viene.
Del hielo que circula por las oscuridades
que ciertas personas echan por la boca sobre
mi nombre. Del centro del escarnio y de la indignación.
Desde la circunstancia
de mi gran compromiso, vive como es posible
esta luz que suscribo.




EL AIRE QUE NOS QUEDA

Sobre las salas y ventanas sombreadas de
abandono.
Sobre la huida de la primavera, ayer mismo ahogada
en un vaso de agua.
Sobre la viejísima melancolía (tejida y destejida largamente)
hijade las grandes traiciones hechas a nuestros padres y abuelos:
estamos solos.
Sobre las sensaciones de vacío bajo los pies.
Sobre los pasadizos
inclinados que el miedo y la duda edifican.
Sobre la tierra de nadie de
la Historia: estamos solos sin mundo,
desnudo al rojo vivo el barro que nos cubre,
estrecho
en sus dos lados el aire que nos queda todavía.




Nenhum comentário:

Postar um comentário