domingo, 7 de novembro de 2010

Sin Techo



Pintura de Enrique Romero Portilla


El indigente ocupa un espacio en la calle, sin molestar a nadie canturrea, se siente tan sólo en su soledad eterna, que hasta los perros que dan un paseo, ni se le acercan, es triste esta vida tirados en el asfalto con ropaje mal usado, sin alimento bien caído, sin una gota de vino que dé calor a sus penas. Vagabundo tú que fuiste rico en un tiempo, donde las personas se te acercaban sin desprecio, te daban la mano, saludaban, hasta te daban consuelo. Ahora vencido por la vida, nadie te da cobijo, ni la sombra de lo que fuiste, sin una lágrima que salga de tus ojos arrugados por el frío. La noche se hace larga, hay burlas de personas y niños maleducados. Pues eres un ser humano que no merece ser herido, ya bastante herido estás, con la sangre del destino que ha derramado sobre ti, injustamente te ha tratado, ningún ser humano merece ir mendigando. Te confunden de ladrón, de drogadito y borracho, sin saber tal vez que fuiste un personaje bohemio, artista, hombre de negocios, o hasta un deportista olvidado. La suerte te abandonó, y ahora que para muchos no eres nada, tan sólo basura desperdigada. No tienes más que calle, pueblos o ciudades, oriundo o extranjero, como techo el cielo y como casa un rincón en el suelo. Donde si la muerte viene a buscarte, te encontrará en un momento, para sacarte del frío, de la miseria y hasta del olvido. Nadie recordará tu nombre, nadie te llevará flores, ni rezaran por ti, ni tan siquiera un vacío dejarás en ese rincón de la calle, que muy pronto otro, desgraciadamente ocupará.



© 2010 Rosana Martí



Nenhum comentário:

Postar um comentário