sexta-feira, 29 de outubro de 2010

Sólo, Antes de Partir por Mario Beer-Sheva

 


Estoy preparado para irme y por costumbre, me llevaré mi cuerpo. Te dejaré mi alma, ignoro donde está, si la encuentras; regálala. ¿Que puede hacer el alma, sin el cuerpo que lo albergó?
Haz con él, lo mejor que te parezca, puede ser que encuentres un comprador, o bien tíralo.
¡Ya no tiene valor!
Te dejaré fotos, montones de fotos. Quémalas, son recuerdos de años pasados, que sirven, para darnos cuenta que teníamos menos años, menos kilos y más pelo y éramos jóvenes. También te dejaré, varios papeles, donde escribí ideas brillantes y cobardes; nunca tuve valor para publicarlas.
Tendrás oportunidad de leer los libros que te dejo, que con ellos conocerás mi gusto por la literatura.
¡Véndelos por kilo, algo sacarás!
Sobre mi ropa, te diré, que me pondré el traje de verano, te dejo el de invierno, la camisa blanca, con ella viajaré, te dejaré tres camisas y varias corbatas, vestiré sin corbata. Mi ropa interior, puedes tirarla, no tienen ningún valor. No te pide que me recuerdes, no es necesario y no sirve de nada. Quiero pedirte que rehagas tu vida, que aproveches tus años, que salgas con amigos y que tengas amantes. Te pido que abras, una nueva ventana en tu vida. Tienes buena figura, eres instruida, no te falta dinero y tu posición, laboral, es buena. Todo esto, son acciones positivas, que debes aprovechar, porque el tiempo no perdona y la vida continua, haz tu lo mismo.
Y como pedido final: ¡Olvídame, no vivas de los recuerdos! ¡Nada de ellos conseguirás!
Los recuerdos, muchas veces, son para aquellos que quieren sufrir. Y tú, como pájaro sin jaula, deja que los recuerdos puedan huir.
Estoy preparado. ¡Pueden, ustedes, la mesa servir!


Mario Beer-Sheva


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