sábado, 23 de outubro de 2010

Sin Inspiración





Me siento en un banco de la plaza, extraigo una hoja, pluma, me la llevo a la boca, buscando la inspiración, de cualquier razón de escribir, pero no viene nada mi mente está ofuscada, de problemas cotidianos, de mañana que haré de comer, tengo que acabar de hacer esto o lo otro, no puedo pensar nada más que en otras cosas, si tendré dinero a final de mes, si empezaré a amar nuevamente, pues hace tanto tiempo que él se fue.
Que se me olvidó de pronto cómo se ama, ya no me acuerdo del sentido de todo, como empezó, si recuerdo como acabó, con ese adiós seco y amargo, que todavía lo tengo en mi boca, haciendo estragos en ella donde provoca mi pena, no poder continuar con todo por culpa de este amor que se fue.
Y que aún ahora es mi tortura, no me deja vivir.
Mis noches son eternas, mis días interminables, es como una condena sin ser culpable, o lo mismo soy culpable y no lo sé, que estúpida fui, nunca voy a saber, por qué huyó de mí con ese escueto adiós, todas esas palabras que no dijimos, que tal vez se pudo arreglar, pero no se arregló, pues las palabras quedaron en el aire.
A saber donde pararían, y quién las recogería, qué iba a pensar, sigo esperando que poner en la hoja en blanco que tengo delante de mi, mejor la dejo vacía hasta que venga al alma mía los deseos de amar nuevamente, y ser, al mismo tiempo correspondida.




© 2010 Rosana Martí



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