segunda-feira, 24 de janeiro de 2011

La Dama y el Caballero ( Una obra más...)





El gentil caballero se dirige a su Dama con aires de Romeo, cuando por fin llega a su encuentro, la Dama se hace la distraída moviendo el abanico para bajar rápidamente el rosado de sus mejillas, y parpadea a ritmo de abanico en mano, con elegancia y sabiduría.

- Mi Dama quién por vos respira aire de pureza, quién por vos besar quisiera esa mano blanquecida con sutileza, quién por vos….

- Parad alma mía no continuéis así o me dará un estupor, ocasionado tal vez por tanta aceleración, ya que yo también siento por vos, lo mismo que sentís por mí, ¿creo yo?.

- Pues entonces dama mía por qué no seguir respirando este amor, que hemos descubierto sin querer queriendo y sin saber como ha sido, me encuentro ahora mismo vencido por vuestro amor.

- Callad por Dios Caballero, héroe de mis batallas en mis sueños, conquistador de mi corazón, seréis mi perdición si seguís vos con ciertas palabras que a mi me honréis, alagada estoy, ¡Si!….perdida también, pues ahora no se dónde estoy y no veo más allá de vos.

- Con que gracia me miráis que me pierdo en la razón, no sabía de corazón que esto pensabais de mi, sorprendido me tenéis de principio a fin.

Ella mira de soslayo a su Caballero, él la mira de perfil, con sonrisa infantil, hace que sus miradas se sorprendan, de pronto se oye reír y alguien grita: ¡Corten! Hay que repetir.


 

© 2011 Rosana Martí




Nenhum comentário:

Postar um comentário