quarta-feira, 30 de junho de 2010
Poemas Luis de Góngora
Luis de Góngora y Argote, nació en 11 de Julio del 1561 en Córdoba (España), poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro. A los 15 años estudio en Salamanca derecho, pero le interesaba más su afición por la escritura. Ya hablaba de él Cervantes cuando contaba 24 años. Es el poeta de más definida personalidad que se halla en el parnaso castellano. Sus primeras composiciones, si bien acusan suma delicadeza y facultades nada vulgares, no dejan de ser ni más ni menos que las que otros ingenios habían ya dado a conocer, y están cortadas por el mismo patrón que tantas otras. En 1609 regresó a Córdoba y empezó a intensificar la tensión estética y el barroquismo de sus versos. En sus poesías se solían distinguir dos períodos. En el tradicional hace uso de los metros cortos y temas ligeros. Para ello usaba décimas, romances, letrillas, etc. Este período duró hasta el año 1610, en que cambió rotundamente para volverse culterano, haciendo uso de metáforas difíciles, muchas alusiones mitológicas, cultismos, etc. pero Dámaso Alonso demostró que estas dificultades estaban ya presentes en su primera época y que la segunda es solamente una intensificación de estos recursos realizada por motivos estéticos. Aunque Góngora no publicó sus obras (un intento suyo en 1623 no fructificó), éstas pasaron de mano en mano en copias manuscritas que se coleccionaron y recopilaron en cancioneros, romanceros y antologías publicados con su permiso o sin él. El manuscrito más autorizado es el llamado Manuscrito Chacón (copiado por Antonio Chacón, Señor de Polvoranca, para el Conde-Duque de Olivares), ya que contiene aclaraciones del propio Góngora y la cronología de cada poema; pero este manuscrito, habida cuenta del alto personaje al que va destinado, prescinde de las obras satíricas y vulgares. Aunque en sus obras iniciales ya encontramos el típico conceptismo del barroco, Góngora, cuyo talante era el de un esteta descontentadizo («el mayor fiscal de mis obras soy yo», solía decir), quedó inconforme y decidió intentar según sus propias palabras «hacer algo no para muchos» e intensificar aún más la retórica y la imitación de la poesía latina clásica introduciendo numerosos cultismo y una sintaxis basada en el hipérbaton y en la simetría; igualmente estuvo muy atento a la sonoridad del verso, que cuidaba como un auténtico músico de la palabra; era un gran pintor de los oídos y llenaba epicúreamente sus versos de matices sensoriales de color, sonido y tacto. Los poemas de Góngora merecieron los honores de ser comentados poco después de su muerte como clásicos contemporáneos. Fue un referente para los escritores que vinieron tras sus pasos. Muere en su tierra natal el 23 de mayo del 1627.
A CÓRDOBA
EN LA CAPILLA ESTOY…
En la capilla estoy, y condenado
A DON FRANCISCO DE QUEVEDO
no hay quien os tope,
MIENTRAS POR COMPETIR…
oro bruñido al sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lirio bello;
mientras a cada labio, por cogerlo,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
de el luciente cristal tu gentil cuello;
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lirio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
URNAS PLEBEYAS
EN EL SEPULCRO DE GARCILASO DE LA VEGA
LETRILLAS SATÍRICAS
Poemas Rafael Alberti
Nació en Puerto de Santamaría (Cádiz, España) el 16 de diciembre del 1902. Su familia de origen italiano se dedicaba al negocio del vino en Cádiz. Tuvo una infancia despreocupada y libre de tutela hasta que es ingresado en el colegio de jesuitas San Luis Gonzaga del Puerto donde recibe una educación estricta y tradicional.A los 15 años se trasladó a Madrid con toda su familia; donde decide seguir su vocación de pintor. Luego abandonó sus estudios para dedicarse a la poesía. Fue premio nacional de literatura en 1924 con su poemario “Marinero en tierra”; también fue premio Cervantes en 1983. Representa, con García Lorca, la lírica Andaluza, aunque se diferencia de éste porque su poesía proviene de Gil Vicente y de los Cancioneros. Perteneciente a la generación del 27.
En 1920 muere su padre. Ante el cuerpo yaciente de su progenitor Rafael escribe sus primeros versos. Nace el Alberti poeta. Una afección pulmonar le obliga a desplazarse a la localidad segoviana de San Rafael, en la sierra de Guadarrama. En el retiro comienza a trabajar los versos que luego formarían "Marinero en tierra", donde expresa su nostalgia por no poder disfrutar del mar de su tierra natal. Cabe distinguir cinco momentos en la lírica albertiana: neopopularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de la nostalgia. El primer ciclo de su poesía está constituido por Marinero en tierra, donde expresa su nostalgia por no poder disfrutar del mar de su tierra natal. En La amante (1926) refleja sus impresiones por distintos puntos de Castilla (Santo Domingo de Silos. Aranda de Duero, la Ribera del Duero, Burgos...) donde viajó con su hermano, representante de vinos y sus derivados. A esta obra le siguió El alba del alhelí (1927). El poeta se sitúa en la tradición de los Cancioneros, pero desde la posición de un poeta de vanguardia. El 28 de octubre de 1999, a los 97 de edad murió en su casa de El Puerto de Santa María, en su pueblo natal. Sus cenizas fueron esparcidas en el mismo mar de su infancia.
Yo, marinero, en la ribera mía,
SOLA
La que ayer fue mi querida
¡Qué blanca lleva la falda
DIME QUE SI
Dime que sí,
NOCTURNO
Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre
las palabras entonces no sirven son palabras.
Balas, balas.
qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!
Balas, balas.
cuando desde el abismo de su idioma quisiera
Balas, balas.
EL FAROLERO Y SU NOVIA
—Bien puedes amarme aquí,
EL TONTO DE RAFAEL
Por las calles, ¿quién aquél?
LA PALOMA
Se equivocó la paloma,
PIRATA
Pirata de mar y cielo,
Si no robé la aurora de los mares,
Pirata de cielo y mar,
Si no robé la aurora de los cielos,
SI GARCILASO VOLVIERA
Si Garcilaso volviera,
Mi traje de marinero
¡Qué dulce oírle, guerrero,
terça-feira, 29 de junho de 2010
domingo, 27 de junho de 2010
sábado, 26 de junho de 2010
Poemas Pablo Neruda
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, bajo el seudónimo de Pablo Neruda, nació en Parral (Chile) el 12 de julio del 1904. Huérfano de madre desde muy pequeño, su infancia transcurrió en Temuco donde realizó sus primeros estudios. Escritor, diplomático y político, además de premio Nobel que ganó en el 1971. Su poesía evolucionó hasta llegar a una especie de compromiso cósmico con el sufrimiento y la injusticia, sin renunciar a ello al delicado canto del amor:
"Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste, y te siento lejana ..."
Entre sus obras más destacadas se encuentran; Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Crepusculario, Canto General, Memorial de isla negra y Confieso.
En febrero de 1973, por razones de salud, renuncia a su cargo de embajador de Chile en Francia. El 19 de septiembre, al agravarse su salud, es trasladado de urgencia desde su casa de Isla Negra a Santiago. Finalmente, el 23 de septiembre, Pablo Neruda muere a las 22.30 en la Clínica Santa María de Santiago debido a un cáncer de próstata.
PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MÁS TRISTES ESTA NOCHE…
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta.
A lo lejos.Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.
AMOR
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado, y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa --limpio de todo mal--.
¡Cómo sabría amarte, mujer cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavíaamarte más. Y todavía
amarte más.
Desnuda eres tan simple como una de tus manos:
ERA MI CORAZÓN UN ALA VIVA Y TURBIA....
Era mi corazón un ala viva y turbia...
un ala pavorosa llena de luz y anhelo.
Era la primavera sobre los campos verdes.
Azul era la altura y era esmeralda el suelo.
Ella -la que me amaba- se murió en primavera.
Recuerdo aún sus ojos de paloma en desvelo.
Ella -la que me amaba- cerro sus ojos... tarde.
Tarde de campo, azul. Tarde de alas y vuelos.
Ella -la que me amaba- se murió en primavera...
y se llevó la primavera al cielo.
FINAL
Matilde, años o días
dormidos, afiebrados,
aquí o allá,
clavando,rompiendo el espinazo,
sangrando sangre verdadera,
despertando tal vezo perdido,
dormido:camas clínicas,
ventanas extranjeras,
vestidos blancos de las sigilosas,
la torpeza en los pies.
Luego estos viajes
y el mío mar de nuevo:
tu cabeza en la cabecera,
tus manos voladoras
en la luz, en mi luz,sobre mi tierra.
Fue tan bello vivircuando vivías!
El mundo es más azul y más terrestre
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos.
LAMENTO LENTO
En la noche del corazón
la gota de tu nombre lento
en silencio circula y cae
y rompe y desarrolla su agua.
Algo quiere su leve daño
y su estima infinita y corta,
como el paso de un ser perdido
de pronto oído.
De pronto, de pronto escuchado
y repartido en el corazón
con triste insistencia y aumento
como un sueño frío de otoño.
La espesa rueda de la tierra
su llanta húmeda de olvido
hace rodar, cortando el tiempo
en mitades inaccesibles.
Sus copas duras cubren tu alma
derramada en la tierra fría
con sus pobres chispas azules
volando en la voz de la lluvia.
Poema 10... HEMOS PERDIDO AÚN ESTE CREPÚSCULO...
Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana la fiesta
del poniente en los cerros lejanos.
A veces como una moneda se encendía
un pedazo de sol entre mis manos.
Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.
Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes? Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor
de golpe cuando me siento triste, y te siento lejana?
Cayó el libro que siempre se toma
en el crepúsculo, y como un perro herido
rodó a mis pies mi capa.
Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.
Poema 12... PARA MI CORAZÓN BASTA TU PECHO...
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran
y huyen pájaros que dormían en tu alma.
Poema 15... ME GUSTA CUANDO CALLAS PORQUE ESTÁS COMO AUSENTE...
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
sexta-feira, 25 de junho de 2010
quinta-feira, 24 de junho de 2010
quarta-feira, 23 de junho de 2010
Poemas Concha Méndez
Poeta madrileña, nacida el 27 de julio del 1898, se educó en un colegio francés cuya influencia se observó en sus primeros versos, perteneciente a la generación del 27. Fue novia de Luis Buñuel durante cinco años. Liberal y apasionada por la aventura, campeona de natación y gimnasta, publica su primer libro “Inquietudes”, en el 1926, entrañable amiga de Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, etc. Fue poseedora de una poesía contenida en su expresión, más de una impresionante soltura rítmica que le confiere a su aliento poético una cualidad de transparencia que engaña tras una primera lectura. Poeta ágil para esconder tras la enunciación pura, profundas críticas a la condición humana signada por el cinismo y el sarcasmo. En 1933 se traslada a Londres junto a su esposo el también poeta; Manuel Altolaguirre, donde fundan la revista hispano-inglesa 1616; sin embargo, el proyecto editorial en el que participará y será clave para la poesía española será la revista Caballo Verde para la Poesía, dirigida por Pablo Neruda. Más adelante, en 1936, los poetas fundan la colección poética Héroe, que publicará obras de Luis Cernuda, García Lorca, Emilio Prados y Miguel Hernández, entre otros. Escribe además unos libros poéticos ya libres de experiencias vanguardistas, Vida a vida, Niño y sombras y Lluvias enlazadas. Durante la Guerra Civil colabora con distintos poemas en Hora de España y residió en Inglaterra, Francia y Bélgica. Se exilian tras la Guerra Civil a Paris, donde les recibe Paul Éluard. Publica en Hora de España su prólogo de El Solitario, drama poético en tres actos. En 1939 abandona París rumbo a améria y con su marido viaja a La Habana (Cuba), donde establecieron otra imprenta llamada igualmente "La Verónica" y una colección poética que llaman "El ciervo herido", entre 1939 y 1943. De 1944 a 1979, dejó de publicar, aunque en el año 1976 se editó una Antología poética. En 1979 aparece su último libro Vida o río. En 1944 pasan ambos a México, publica Villancicos de Navidad y Sombras y sueños, se divorcia de Altolaguirre, ya que este la abandonó por la cubana María Luisa Gómez Mena, junto a la que moriría en 1959 en España en accidente de automóvil, cuando volvían del festival de cine de San Sebastián de 1959. Concha Méndez Cuesta muere en México en diciembre del año 1986.
ANTOLOGÍA POÉTICA
ANCHO ES EL MAR…
Ancho es el mar;
él ha de separamos...
Ancho es el mar;
él ha de separamos;
quedarán nuestras almas enlazadas.
Como un último retrato,
en nuestros ojos impresas
lucirán nuestras miradas.
El barco en que he de ir
está en el puerto;
a éste seguirá otro en que tú vayas.
Te esperarán mis brazos,
no se en dónde...
tal vez en algún puerto...
en una playa..!
Ven a mí que vas herido
que en este lecho de sueños
podrás descansar conmigo.
Ven, que ya es la media noche
y no hay reloj del olvido
que sus campanadas vierta
en mi pecho dolorido.
ME LEVANTÉ HASTA EL SUEÑO. EN BUSCA IBA…
Me levanté hasta el sueño.
En busca iba de no sentir
la herida que abrasaba.
Las duras flechas del dolor hicieron
brotar en mí el clavel de nueva llaga.
Corriendo al par carrera con el viento
y perseguida por amante llama,
la vida es ciervo herido sin remedio,
que las flechas le dan veneno y alas.
NI ME ENTIENDO NI ME ENTIENDEN...
Ni me entiendo ni me entienden;
ni me sirve alma ni sangre;
lo que veo con mis ojos
no lo quiero para nadie.
Todo es extraño a mí misma,
hasta la luz, hasta el aire,
porque ni acierto a mirarla;
ni sé cómo respirarle.
Y si miro hacia la sombra
donde la luz se deshace,
temo también deshacerme
y entre la sombra quedarme
confundida para siempre
en ese misterio grande.
LOS BRAZOS QUE TE HAN LLEVADO…
Los brazos que te han llevado,
no te dejan escapar
para volver a mi lado.
Nos separa un ancho mar
de difíciles tormentas,
y náufrago has de llegar,
si es que vuelves a mi puerta,
para quererte salvar.
Brazos que te sujetaron
para alejarte de mí,
¡a mí sí que me salvaron!...
Cuando ya no sepa de ti
¡qué bien estaré en la vida!,
cuando ya no sepa de ti.
Cuando no vuelvas a verme
y mis horas sean mías
y yo vuelva a ser quien era
lejos de tu compañía:
Cuando no te vean mis ojos,
¡qué bien me sabrá la vida!
No faltará quien se alegre...
Unos, porque no me quieran,
y alguna porque me quiere...
Tan sola no me has dejado,
que estoy conmigo y me basta
-igual que siempre lo he estado...
ERAN VERDES COMO UN MAR…
Eran verdes como un mar,
con reflejos de alto cielo.
-¡Qué bien sabían mirar!-
unos ojos que recuerdo.
En la penumbra lucían
con una luz de misterio,
como dos claros abismos
abiertos a mil deseos.
Muchas horas tuve cerca
los ojos verdes aquellos,
que implorantes me miraban
¡y yo hacia por no verlos!
Y hoy que mirarlos quisiera,
están tan lejos..., ¡tan lejos!
EN UNA TARDE, COMO TANTAS TARDES…
En una tarde, como tantas tardes,
y en un gran parque de ciudad lejana,
para evadirse del rumor ajeno
conmigo misma paseando estaba.
Era el frescor intenso, se veían
sobre los verdes las señales de agua,
agua primaveral que da a la tierra
cierta sensualidad que nos exalta.
En un remanso del florido parque,
junto a un banco de piedra verde y blanca,
un gran rosal lucía en la penumbra
-la tarde ese momento declinaba-.
Me senté a reposar y ancho perfume
sentí que en mis sentidos se adentraba.
Y se me vino al alma extraña angustia.
El ala de un recuerdo aleteaba…
¡Ah, sí, ya. sé!…
¡Perfume de unas rosas!…
¡Otro país!…
¡El mío!…
¡Ya llegaba a comprender por qué!…
¡Era en sus brazos
UNO DE ESOS INSTANTES…