terça-feira, 13 de julho de 2010

Poemas Antonio Gala




Antonio Ángel Gala Velasco, nació el 2 de octubre del 1936 en Brazatortas (Ciudad Real), aunque él siempre se ha considerado cordobés de adopción. Poeta, dramaturgo y novelista español. A los 15 años ya estudiaba la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla, y en la Universidad de Madrid estudió, Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Económicas, obteniendo licenciaturas en todas ellas. Al acabar sus estudios universitarios, inició la preparación de oposiciones al Cuerpo de Abogados del Estado, aunque abandonó la idea en un acto de rebeldía hacia su padre. Gala es un autor de gran éxito entre los lectores en cualquiera de los géneros que cultiva: teatro, columnismo, novela o lírica. Su estilo abunda en imágenes y recursos líricos, y es muy elaborado en lo formal, pero no le faltan detractores por sus críticas a personajes de la actualidad o a personajes históricos. Su poesía es sensual perdurable y romántica. Ha obtenido numerosos premios no sólo por la poesía, sino por su valiosa contribución al Teatro y la Ópera: Calderón de la Barca, Nacional de Literatura, Adonais, Ciudad de Barcelona, Quijote de Oro y Planeta, han sido sus galardones más significativos. De su obra poética se destacan las siguientes publicaciones: “Enemigo íntimo”, “Sonetos de La Zubia”, “Poemas de amor” y “Testamento Andaluz”.








ANTOLOGIA POETICA








TENGO LA BOCA AMARGA


Tengo la boca amarga y no he mordido;

el alma, atroz, y la canción, tronchada.

No sé qué fuerza traigo en la mirada,

ni qué traigo en mi cuello, de vencido.

No sé ni cómo ni por qué he venido.

Esto es todo: llegué; no sé más nada.

No me importa el que hacer ni la jornada,

y me da igual herir que ser herido.

La sangre, a punto, se impacienta y arde

por inundar la alcoba a la que vine,

donde fui tan feliz que fui cobarde.

Sólo pido al amor que no se obstine.

Me sentiré a su orilla cualquier tarde

para que alguien, de paso, me termine.





SONETO VERDE


Cuando en octubre amor por la semilla

conspira con abril de la miradame subyugó

una rosa equivocada:

si verde corazón, tez amarilla.

De una la noche en otra maravilla-cera ya agraz,

ya pluma alabeada-regresó el alba,

limpia y afilada,

rasgándome de pura la mejilla.

Verde presidio y hondo,

verde prado,que a la esperanza indócil alimentas

con grama en flor, sonrisa de mi dueño:

suba la muerte y máteme a tu lado,

que esmeraldas, cantáridas y mentas

me han dispuesto un profundo y verde sueño.





CONDENA


A trabajos forzados me condena

mi corazón, del que te di la llave.

No quiero yo tormento que se acabe,

y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena

que libertad sin beso que la trabe,

ni castigo concibe menos grave

que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.

Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

Que ningún juez declare mi inocencia,

porque, en este proceso a largo plazo

buscaré solamente la sentencia

a cadena perpetua de tu abrazo.





NO POR AMOR...


No por amor, no por tristeza,

no por lo nueva soledad:

porque he olvidado ya tus ojos

hoy tengo ganas de llorar.

Se va la vida deshaciendo

y renaciendo sin cesar:

la ola del mar que nos salpican

o sabemos si viene o va.

La mañana teje su manto

que la noche destejerá.

Al corazón nunca le importa

quién se fue sino quién vendrá.

Tú eres mi vida y yo sabía

que eras mi vida de verdad,

pero te fuiste y estoy vivo

y todo empieza una vez más.

Cuando llegaste estaba escrito

entre tus ojos el final.

Hoy he olvidado ya tus ojos

y tengo ganas de llorar.





A PIÉ VAN MIS SUSPIROS


A pié van mis suspiros camino de mi bien.

Antes de que ellos lleguen yo llegaré.

Mi corazón con alas mis suspiros a pié.

Abierta ten la puerta y abierta el alma ten.

Antes de que ellos lleguen yo llegaré.

Mi corazón con alas mis suspiros a pié.





ATARDECIÓ SIN TI


Atardeció sin ti. De los cipreses...

a las torres, sin ti me estremecía.

Qué desgana esperar un nuevo

día sin que me abraces y sin que me beses.

A fuerza de tropiezos y reveses

la piel de la esperanza se me enfría.

Qué agonía ocultarte mi agonía,

y qué resurrección si me entendieses.

Atardeció sin ti. Seguro y lento,

el sol se derrumbó, limón maduro,

y a solas recibí su último aliento.

Quién me viera caer, lento y seguro,

sin más calor ni más resurgimiento,

gris el alma y frustrada entre lo oscuro.





ELLA


Bebió en tu boca el tiempo enamorado

y la cuajó con besos de paloma.

Casto tu cuello, sobre el oro asoma

tan sólo por el oro acariciado.

Lunado el pelo, el corazón lunado,

rubor apenas por el aire aroma.

Amapola ritual tu torso toma

y te aparta del mar verde azulado.

Tu mirada de miel, marisma ardiente,

la luz antigua con las luces nuevas

-recién despierta y ya cansada- alía.

Te duele la victoria,

y dócilmente a cuestas

tu destino de amor llevas,

delicada y sangrienta vida mía.





LA LUNA NOS BUSCÓ DESDE LA ALMENA…


La luna nos buscó desde la almena,

cantó la acequia, palpitó el olvido.

Mi corazón, intrépido y cautivo,

tendió las manos, fiel a tu cadena.

Qué sábanas de yerba

y luna llena envolvieron el acto decisivo.

Qué mediodía sudoroso

y vivo enjalbegó la noche de azucena.

Por las esquinas verdes

del encuentro las caricias, ansiosas,

se perdían como en una espesura,

cuerpo adentro.

Dios y sus cosas nos reconocían.

De nuevo giró el mundo,

y en su centro dos bocas, una a una, se bebían.





MEDITERRÁNEO


Mi cinturón aprieta tu cintura,

y tu sonrisa, mi corazón.

Sobrevolamos las islas indecibles

y a nuestro paso las nubes se disipan.

¿Cómo regresar al beso la armonía

sin que la respiración se entrecorte?

¿Cómo planear la noche compartida

después de tanta ausencia?

Sólo el aire es aliado nuestro

porque nuestro deseo es de aire puro.

Cuando descendamos a la tierra

las alas deberán seguir batiendo:

el aire de las alas es nuestro

sostén único y las alas del aire nuestro lecho.

Desembocan los ríos en los mares azules

como en tu pecho desemboca el mar.

Abrázame en tus alas para que otro aire

no me roce sino tu aliento,

del que vivo y muero.

Bajo el cielo impalpable hecho de luz y espera,

abrázame, amor mío, con tus alas.

Abrázame sobre la corrompida

ciudad sagrada de los hombres.





MIENTRAS YO TE BESABA…



Mientras yo te besaba

te dormiste en mis brazos.

No lo olvidaré nunca.

Asomaban tus dientes entre los labios:

fríos, distantes, otros. Ya te habías ido.

Debajo de mi cuerpo seguía el tuyo,

y tu boca debajo de mi boca.

Pero tú navegabas por mares silenciosos

en los que yo no estaba.

Inmóvil y en silencio nadabas alejándote

acaso para siempre....

Te abandoné en la orilla de tu sueños.

Con mi carne aún caliente volví a mi sitio:

también yo mío ya, distante, otro.

Recuperé el disfraz sobre la arena.

"Adiós", te dije,

y entré en mi propio sueño,

mi propio sueño, en el que tú no habitas.




NO POR AMOR…



No por amor, no por tristeza,

no por lo nueva soledad:

porque he olvidado ya tus ojos

hoy tengo ganas de llorar.

Se va la vida deshaciendo

y renaciendo sin cesar:

la ola del mar que nos salpica

no sabemos si viene o va.

La mañana teje su manto

que la noche destejerá.

Al corazón nunca le importa

quién se fue sino quién vendrá.

Tú eres mi vida y yo sabía

que eras mi vida de verdad,

pero te fuiste y estoy vivo

y todo empieza una vez más.

Cuando llegaste estaba escrito

entre tus ojos el final.

Hoy he olvidado ya tus ojos

y tengo ganas de llorar.





VIENE Y SE VA…



Viene y se va,

caliente de oleaje,

arrastrando su gracia por mi arena.

Viene y se va,

dejándome la pena que,

por no venir solo, aquí me traje.

Viene y se va.

Para tan breve viaje

talé el jazmín, segué la yerbabuena.

Ya no sé si me salva o me condena:

sé que se va y se lleva mi paisaje.

Sé que se va y me quedo frente

al muro de la lamentación y del olvido,

oscuro el sol y el corazón oscuro.

Viene y se va.

Yo nunca lo despido.

Al oído del alma le murmuro:

-"Gracias, bien mío, por haber venido".-





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